En una olla añadiremos la leche, la rama de canela, la vaina de vainilla y la cortesza del limón. Dejaremos que hierva y en ese momento lo retiraremos del fuego. Dejaremos que se infusione durante unos 15 o 20 minutos y después lo pasaremos por un colador.
En un recipiente pondremos las 4 yemas de huevo y el azúcar y batiremos hasta que se integren los ingredientes. Después añadiremos la cucharada de almidón de maíz y volveremos a batir. Cuando lo tengamos añadiremos la leche caliente sin dejare de remover la mezcla hasta que consigamos una textura homogénea.
Pondremos a calentar un bol a baño maría y echaremos la mezcla. Es importante que el fuego no llegue a hervir. Iremos moviendo la mezcla constantemente para que no se pegue y lo cocinaremos durante, aproximadamente, 10 minutos hasta que espese.
Cuando ya tengamos la textura ideal la pasaremos a un molde o a pequeños recipientes. Dejaremos que se enfríe un poco y lo llevaremos a la nevera para que se acaben de cuajar.
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